miércoles, 26 de agosto de 2009

Una anciada llegada

¿Cuantas personas que conocemos y algunas que nunca habíamos visto, llegan a nuestra casa a visitarnos y traernos buenas nuevas?, pues bien durante mi adolescencia tuve la oportunidad de ser testigo de innumerables visitas algunas conocidas otras no tanto, pero tal vez la visita que más causo emoción en mi casa fue cuando una persona de otro país nos visitaba.

Su nombre Charlie Whores un estadounidense de 38 años, Arquitecto, quien hacía años antes había conocido a mi prima Andrea que había estudiado Comunicación Social y logró realizar sus prácticas en el país del norte.

Era sábado la tensión y emoción no se podían ocultar, mis abuelos felices pues después de mucho tiempo verían de nuevo a mi prima pero obviamente la atención estaba centrada en este personaje quien por primera vez visitaba nuestro país, por mi parte me sentía un poco nervioso ya que nunca había conocido a alguien de otro país y muchos menos un ciudadano de la primer potencia del mundo y sentía entre otras cosas que mi ingles no era suficiente como para entablar una conversación, sin embargo esto era lo que más me tenia expectante, poder decirle ‘Hi how are you’ seguir con ‘Nice to glad you my name is Carlos’ o ‘Welcome to my home and welcome to my country’. En fin pase toda la mañana pensando que palabras decir.

Por su parte mi abuela había cocinado mi plato favorito, un delicioso arroz con pollo y no veía la hora de almorzar, por su parte mi abuelo quien se dedicaba a administrar un negocio montado por los dos, no hallaba el momento de estrecharle la mano al visitante especial y porque no ofrecerle una cerveza, finalmente y luego de varias horas de espera la tan anhelada visita llegó, y aunque al comienzo esperaba toparme con una persona un poco fría tal fue mi sorpresa al encontrar gran sencillez en Charlie, quien de inmediato se conecto con la familia y no hizo más en toda la tarde que reír y disfrutar de la compañía de la familia.

Por mi parte me sentí contento, pues a pesar de contar con mi prima quien era la traductora al momento de hablar si pude intercambiar algunas palabras con este gringo y saber que se sentía muy contento de haber visitado nuestro país y mi casa.

Al buscar entre fotografías para realizar este trabajo no pensé que después de mucho tiempo, esta me gustara mucho pues al momento de tomarla no estuve muy de acuerdo con que fuera en el negocio rodeados de los productos que allí se vendían, pero al ver la foto con mi abuelos no solo recordamos aquella agradable visita, también se recordó el negocio el cual trajo mucha fortuna y felicidad a mi casa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las nuevas experiencias son, generalmente, motivo de felicidad. De la misma forma, el encuentro con nuevas culturas es una oportunidad para conocer algo diferente de lo que nuestra corta visión del mundo nos permite. Excelente recuerdo.