domingo, 20 de mayo de 2007

Un Minuto de Silencio...


Bogotá una ciudad con más de siete de millones de habitantes y la cual diariamente recibe a cientos de personas que por distintos motivos se ven obligados a llegar a la capital, en medio de una ciudad marcada por el desarrollo y la globalización, esta el centro, no es el centro normal de cualquier ciudad, es como su nombre lo indica el punto de encuentro de las más diversas culturas y subculturas, es un lugar donde se pueden encontrar desde vendedores ambulantes hasta ejecutivos que trabajan para grandes multinacionales, unos van otros vienen muchos sin un rumbo fijo.



Pero en medio de tanto hay un lugar que irrumpe con su silencio y soledad, un lugar que encierra todo tipo de secretos y misterios, un lugar donde se encuentran los personajes que de alguna manera cambiaron la historia de nuestro país, un lugar que a lo largo de la historia se ha convertido en un monumento nacional no solo por su historia sino por lo que representa pero más allá de todo un lugar que cada vez que lo vemos nos recuerda que tarde o temprano iremos a parar allí, es el Cementerio Central.




Ubicado en la localidad de los Mártires, es tal vez uno de los cementerios más antiguos pues su construcción data del año de 1827 por decreto del libertador Simón Bolívar, para tratar de acabar con la costumbre que se tenia de enterrar a los muertos en las Iglesias, fue puesto al servicio en 1836, y se organizó de tal forma que se ubicaron distintas zonas para la inhumación de los cuerpos según su condición social. Así, el Ovalo Central, inaugurado con el entierro del General Santander sirvió para dar sepultura a los personajes ilustres. Al cementerio antiguo se fueron sumando a través del tiempo otros como el Cementerio Civil, el Cementerio de los Pobres y el Cementerio de los Paupérrimos y todos conforman lo que hoy se llama Cementerio Central de Bogotá, declarado Monumento Nacional en 1984. La capilla fue realizada en 1839 y la portada del cementerio diseñada en 1910, la forma elíptica del cementerio simboliza la ascensión de las almas hacia el paraíso, en su entrada la cual fue remodelada se puede observar como se impone con elegancia pero a la vez con algo de temor la figura de la muerte (La Parca) que nos recuerda que es este lugar.




Hoy día el cementerio se ha visto golpeado por la globalización y el cambio para darle a la ciudad un mejor aspecto, ya que bajo la administración de Enrique Peñalosa como Alcalde, se ordenó que sobre el llamado "Globo C" del cementerio se construyera un parque dedicado a la recreación pasiva de los bogotanos, este da la bienvenida a sus visitantes con una escultura ecuestre de Fernando Botero, aunque el parque se encuentra en buenas condiciones no ha tenido la acogida que se esperaba.




Pero que ahí más allá del cementerio, que se esconde detrás de esa fachada, acaso este funciona por si solo, cual es la razón fundamental de este, ya que no solo es el cementerio sino todo aquello que sucede a su alrededor para hacer de este lo que es, quienes son estos personajes que trabajan diariamente en busca de un mejor mañana, pues bien tal es el caso de doña Gilma Cortes, quien vende flores en los alrededores desde hace seis años ella comparte su negocio con su familia, o que serian de los entierros sin una lapida que recuerde a esa persona don Gabriel Maldonado de 75 años es uno de los tantos comerciantes que tiene un negocio de lapidas las cuales pueden costar entre cien y ciento ochenta mil pesos ellos dos representan a las muchas personas que buscan ganarse un sustento a diario y quien lo diría, a costa de los muertos.




Y que seria de este lugar sin aquellas personas que trabajan para que siempre este al funcionamiento apropiado, estas personas que hacen del cementerio su segundo hogar, me refiero a su administración que en cabeza de Carlos Rios quien a pesar de estar diariamente entre lapidas y osarios, de personas que visitan a sus familiares, conserva siempre una cara amable, además de Carlos, el lugar cuenta con un supervisor, dos auxiliares, trece operarios y doce vigilantes, tal es el caso de Wilson Puentes quien se desempeña como operario el lleva trabajando hace unos 25 años y aunque su paga no es buena disfruta del trabajo que hace.




Tal vez uno de los personajes que más causa curiosidad en el cementerio es don Jaime Gaitan y se le conoce como el "secretario de los padres", todos los días don Jaime se ubica junto con su improvisado escritorio unas hojas en blanco y un lapicero, su labor colaborar con la programación de las misas que las personas cuyos parientes descasan aquí les mandan a hacer para darles santa sepultura, aunque don Jaime no recibe paga por su labor se conforma con lo que las personas le quieran ayudar al igual que los padres que dan las misas en el cementerio. Pese a esto el se siente muy contento de realizar su trabajo y cumplir con su aporte para que el cementerio funcione de manera que las personas se sientan contentas para con sus familiares sepultados.


El cementerio fue declarado Monumento Nacional en 1984, no solo por ser uno de los más antiguos y con más historia del país, sino por que en el se encuentran las tumbas de los personajes que de alguna manera cambiaron la historia por sus actos o que quisieron aportarle cosas buenas a nuestra sociedad, entre ellos se encuentra Alfonso López Pumarejo quien fuera durante dos periodos Presidente de la República o Luis Carlos Galan quien fuera asesinado en el municipio de Soacha mientras realizaba campaña política entre otros, pero quizás los personajes más importantes que hacen parte de la historia del cementerio son los cerca de cuatro mil cadáveres que fueron enterrados en una fosa común tras el Bogotazo, en una época triste para la ciudad, una época en que la gente por sus ideales enloqueció sin medir las consecuencias, estos personajes son tan importantes que no necesitaron de una lapida para ser recordados.


¿Que será del cementerio?, es algo que nadie sabe solo cabe guardar la esperanza de que el cambio en la ciudad y la llegada de nuevos gobernantes no hagan de este escenario un recuerdo del pasado y que en un futuro podamos contar estas historias a nuestros nietos, y quien quita uno nunca sabe podamos ser parte de los miles que descansan allí, no olvidemos nunca nuestras raíces ni nuestra cultura, hagamos de este sitio lo que es,una parte de nuestras vidas que al verlo nos represente el respeto que merece, y lo más importante recalcar los valores y la historia del... Cementerio Central.


Gracias a todos por haber compartido sus historias y hacer de esto no solo un trabajo más sino un recuerdo que nos perdure por mucho tiempo. Un abrazo.







lunes, 7 de mayo de 2007

Bogotá en un cementerio

En su entrada la cual fue remodelada se puede observar con elegancia pero a la vez con algo de temor una figura de la muerte (La Parca) que nos recuerda que es ese lugar, fue el primer cementerio que se construyó en la ciudad y data del siglo XVIII, luego de ser prohibidas las inhumaciones en los atrios de las iglesias. Fue localizado en un área perimetral del entonces casco urbano de Bogotá, junto con otros equipamientos tales como el matadero, la cárcel y los hospitales. Es casi tan antiguo como la ciudad, se le ha consagrado como monumento nacional, pues allí descansan los restos de muchos colombianos ilustres entre quienes se encuentran perosonajes de la historia nacional como Francisco de Paula Santander, Gustavo Rojas Pinilla, Alfonso López Michelsen, Carlos Pizarro Leongómez, José Asunción Silva, cuyos restos yacen junto a los de su hermana Elvira, tras muchos años relegado al muro de los suicidas por orden del clero, así como la aparición de una fosa común con cerca de cuatro mil cadáveres que fueron arrojados allí tras el Bogotazo.


Al cementerio antiguo se fueron sumando a través del tiempo otros como el Cementerio Civil, el Cementerio de los Pobres y el Cementerio de los Paupérrimos y todos conforman lo que hoy se llama Cementerio Central de Bogotá, declarado Monumento Nacional en 1984. La capilla fue realizada en 1839 y la portada del cementerio diseñada en 1910, la forma elíptica del cementerio simboliza la ascensión de las almas hacia el paraíso. Actualmente se encuentra en la localidad de los Martires y se espera que pese a la globalización y el abarcamiento de nuevos espacio en la ciudad, este siga conservando la cultura de aquel cementerio el cual es si no el más importante del país no por el hecho de estar en la capital sino por su historia y los misterios que encierra.