Más allá de publicar noticias e informar a la sociedad sobre los hechos y acontecimientos que diariamente hacen parte de nuestra cotidianidad, la labor periodística debe encaminarse hacía la verdad, sin embargo cabe resaltar la responsabilidad que esto conlleva ya que revelar información que de alguna manera se convierte en secreta o de alta confiabilidad representa un cierto grado de credibilidad hacía las fuentes . Y más aun cuando se juegan intereses tan importantes que pueden llevar a una censura a la libertad de prensa.
Al mismo tiempo se convierte en un circulo vicioso, donde por temor a no revelar información que pueda comprometer mis intereses personales y profesionales se cae en la trampa de no hacerla pública, la película The Insider (El Informante), es un claro ejemplo que todo periodista debe tener en cuenta cuando se presentan estos casos, es una película que todo comunicador esta en la obligación de ver por el mensaje y la lección que deja.
Sin embargo no estamos lejos del tema principal de la película, el encubrimiento, ya que nuestro país se encuentra manejado por grandes grupos empresariales, los cuales en su afán de mantener una buena imagen de total credibilidad ante la opinión pública, se manipula la información de tal manera que no afecte sus intereses y por supuesto el periodista por mantener su estabilidad dentro de estas organizaciones se reserva el derecho a no revelar la información de una forma objetiva. Dentro del pensamiento del periodista debe estar la verdad por encima del bein común.
